A 40 años de la democracia, obispos argentinos llaman a la acción por la dignidad humana y la fraternidad
Santo Tomé, Corrientes (29 de febrero de 2024). En un comunicado conjunto con motivo del 40º aniversario de la recuperación de la democracia en Argentina, los obispos del NEA (Nordeste Argentino) emitieron un documento titulado “Memoria histórica: 40 años de democracia en Argentina”, en el que reflexionan sobre la situación actual del país a la luz del Evangelio y proponen un camino hacia un futuro más justo y fraterno.
Dignidad humana y cuidado de la vida:
Los obispos afirman que la defensa del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural es un pilar fundamental de la sociedad. En este sentido, critican la legalización del aborto y la califican como un “atentado contra la vida humana inocente”. También denuncian la pobreza, la indigencia, el narcotráfico y la falta de trabajo digno como graves problemas que atentan contra la dignidad humana. Además, expresan su preocupación por el cambio climático y la deforestación, que consideran “un abismo que llama a otro abismo”.
Participación, diálogo y libertad:
El documento destaca la importancia de la participación ciudadana y el diálogo para fortalecer la democracia. Los obispos critican el caudillismo y la polarización política, y abogan por una mayor transparencia y responsabilidad en la gestión pública. También reflexionan sobre la libertad individual, enfatizando la importancia de la responsabilidad personal y el compromiso con el bien común.
Interculturalidad e inculturación del Evangelio:
Los obispos valoran la interculturalidad y el respeto a las diferentes culturas presentes en el país. Sin embargo, denuncian la existencia de una crisis cultural y la manipulación de la educación. En este contexto, llaman a la inculturación del Evangelio en la sociedad, como una forma de promover valores como la solidaridad, la justicia y la paz.
Esperanzas y desafíos:
El comunicado expresa una esperanza en el futuro de Argentina basada en la fe en Jesús. Los obispos hacen un llamado a la responsabilidad de las autoridades y a la participación activa de los ciudadanos en la construcción de una sociedad mejor. Proponen el humanismo cristiano como base para un proyecto de país que ponga en el centro la dignidad humana, la fraternidad y el bien común.
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